domingo, 24 de diciembre de 2017

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

1.- ESTA NOCHE ES NOCHEBUENA Y MAÑANA NAVIDAD.

La imagen puede contener: una o varias personas“No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”
“El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”

2.- OCHO PREGUNTAS SOBRE LA NAVIDAD

Hoy es un día muy grande para los cristianos y para toda la humanidad. Navidad es la prueba de dos realidades formidables: que Dios está cerca de nosotros, y que nos ama. Inspirándome en un escrito de José Luis Martín Descalzo os presento las ocho preguntas y respuestas sobre el Misterio de la Navidad 
1.- ¿Qué pasa realmente estos días? Y la respuesta es que Alguien muy importante viene a visitarnos.
2.- ¿Quién es el que viene? Nada menos que Dios, la segunda persona de la Trinidad, el Verbo Eterno que se hace hombre, que bajó de los cielos y se encarnó en el seno de María
3.- ¿Y por qué bajó de los cielos? Porque nos ama. Todo el que ama quiere estar cerca de la persona amada. Si pudiera no se alejaría ni un momento de ella. Viaja, si es necesario, para estar con ella. Quiere vivir en su misma casa, lo más cerca posible. Así Dios, siendo, como es, el infinitamente Otro, quiso ser el infinitamente nuestro. Siendo la Omnipotencia, compartió nuestra debilidad. Siendo el Eterno, se hizo temporal…
4.- ¿Y cómo viene? Viene hecho carne, hecho pobreza, convertido en un bebé como los nuestros.
5.- ¿A qué viene? Viene a salvarnos, a devolvernos la alegría, a darnos nuevas razones para vivir y para esperar.
6.- ¿Para quién viene? Viene para todos, viene para el pueblo, para los más humildes, para cuantos quieran abrirle el corazón.
7.- ¿En qué lugar viene? En el más humilde y sencillo de la tierra, en aquel donde menos se le podía esperar. En un establo en Belén de Judea.
8.- ¿Y cuáles serán los resultados de su venida? Los que nosotros queramos. Él no violenta la puerta de nuestro corazón. Quiere que se la abramos libremente. Transformará nuestra vida si le acogemos.

3.- ¿QUÉ NOS TRAE CRISTO EN NAVIDAD?

3.1.- Cristo nos trae LA LUZ: "El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló".
Una luz que ilumina el misterio de Dios, del hombre y del mundo. Con la luz de Cristo descubrimos que Dios es amor, que la vida de cada uno es un regalo que tiene sentido desde el amor, que los demás seres humanos son hermanos a quien querer y servir y que la muerte no tiene la última palabra.

3.2. Cristo nos trae LA ALEGRÍA. El ángel lo anuncia a los pastores: "No temáis, os anuncio una gran alegría para todo el pueblo."
El papa Francisco nos decía: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (EG 1). 
Cristo ha venido a traernos una alegría que nadie nos puede quitar.
Una alegría que tiene su fuente última en Dios y su amor.

3.3.- Cristo nos trae LA TERNURA DE DIOS.
Este niño que nace es la prueba evidente de la ternura de Dios. Dios que se hace pequeño, que se conmueve con nosotros. Dios para quien cada ser humano es único e irrepetible

4.- CONCLUSIONES

La Navidad de Cristo supone una triple llamada para todos los que somos cristianos.

4.1. Debemos convertirnos en luz. Somos luz si llevamos la luz de Cristo. Somos luz si conservamos la fe en todos los momentos. También cuando llega el dolor y el sufrimiento. Durante estos días he recibido el testimonio de luz de varios hermanos enfermos.

4.2. Debemos convertirnos en alegría. Nuestra misión es ser testigos de la alegría cristiana. Que todo el mundo entienda que el mensaje de Cristo es un mensaje de salvación, no de condenación; un mensaje de liberación, no de opresión; un mensaje de alegría, no de tristeza.

4.3.- Debemos cultivar la ternura con nuestros semejantes. Ten detalles de amor y de cariño para los tuyos y para los pobres y enfermos. “El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura” nos dice el papa Francisco. No te preocupes de comprar regalos caros, sino de regalar cariño y ternura. Una visita a un enfermo, un abrazo de reconciliación, unas palabras de ánimo, un chiste lleno de alegría, una llamada telefónica a un amigo que vive lejos, una visita a una residencia o aun hogar de transeúntes, un compartir a través de Caritas o Manos Unidas, un detalle de cariño al esposo o la esposa…. Hay regalos invisibles. Como decía el principito: “Lo esencial es invisible a los ojos. Sólo se ve bien con el corazón”.

HOY PARA MI ES UNA ALEGRÍA DECIR A TODOS, FELIGRESES Y AMIGOS ¡FELIZ NAVIDAD! ¡QUE EL NACIMIENTO DE CRISTO LLENE NUESTROS CORAZONES DE PAZ Y ALEGRÍA!

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